jueves, 19 de abril de 2018

A me cuida



Hace una semana me regalaron un momento mágico: vistas de mi Madrid desde el cielo, desayuno riquísimo, charla de cuidados y conversaciones con café. Conseguí encajar la pieza de este regalo perfectamente en mi mañana y disfruté todo muchísimo. Además Olay me regaló todo eso por escribir, una de las cosas que más me gusta hacer. Para completar la receta de felicidad, salí de allí con otros dos regalos: un serum y una crema de día.
Pensé en mi madre A. Cuando me llevaba de adolescente a Geli d´Mora. Un espacio que había en la Puerta del Sol, donde íbamos personas con problemas de granos. Para lo que había allí, no es que tuviera muchos, pero mi madre, llegada mi pubertad, se preocupó y decidió invertir en mi piel. Le estoy muy agradecida, pues allí aprendí muchas cosas que el otro día Olay me recordó: la importancia de la limpieza diaria, de la protección solar…  También me dijeron en el cielo de Madrid que yo tenía los poros muy abiertos, cosa que ya mi hijo había descubierto hace tiempo: http://macarenamenasantos.blogspot.com.es/2015/11/romeo-descubre.html Otra cosa que aprendí el otro día es que por la noche también la piel se ensucia. Vamos, una mañana redonda como la O de Olay.

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